Quiero dar las gracias a tantas personas, clientes, amigos, proveedores, familia que me han permitido disfrutar este 2019.
Estamos en medio de un mundo en el que se nos invita a vivir desde la inercia y gran incertidumbre, donde no tenemos momentos de silencio.
El pesebre, el belén es una invitación a la contemplación. Nos recuerda la importancia de detenernos. Porque solo cuando sabemos recogernos podemos acoger lo que cuenta en la vida. Solo si dejamos el estruendo del mundo fuera de nuestras casas y nos abrimos a la escucha, hablará el silencio.
Escucharnos a nosotros mismos, nuestro cuerpo, nuestras emociones; escuchar a todos los que nos rodean nos permitirá seguir creciendo.
Introducir el valor de la escucha en nuestra vida cotidiana.
Gracias 2019 y Bienvenido 2020.